Fundación Itaú estuvo presente en esta actividad de voluntariado que contribuyó con 10 viviendas de emergencia para familias damnificadas por los incendios de febrero pasado.
Una significativa experiencia vivieron los 34 voluntarios de Itaú, que junto a un equipo de Techo llegaron hasta la comunidad Árbol Grande, en Chorrillo Alto, para levantar viviendas de transición destinadas a 10 familias afectadas por los devastadores incendios que afectaron a Viña del Mar Alto en febrero de este año.
La actividad fue organizada por la gerencia de Sustentabilidad del banco y contó con la participación de itubers de Santiago, Valparaíso y Viña del Mar, cuyo único propósito era mejorar la calidad de vida de estas familias generando un impacto positivo es su estado de ánimo y también en las condiciones en las que estaban viviendo, especialmente ahora que el frío comienza a sentirse en los cerros.
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“Llevamos una jornada de amor a la comunidad Árbol Grande del sector Chorrillos en Viña del Mar. Construimos tres viviendas y donamos otras siete a las familias del sector que fueron damnificadas por los incendios. Además, compartimos una alegre jornada de lectura y juegos con los hijos/as de los vecinos, lo que fue posible gracias a los itubers-voluntarios que donaron su tiempo para llevar la mejor energía a los cerros de Viña”, destacó Claudia Labbé, gerente de Sustentabilidad de Itaú.
Lectura y juegos
Como parte de las actividades programadas, el equipó de Fundación Itaú, preparó una tarde de lectura y juegos en la que participaron niños y niñas de la comunidad, junto a sus padres. Además de la lectura de kamishibai, los pequeños disfrutaron de las narraciones de distintas historias de autores chilenos y extranjeros. También hubo adivinanzas y premios.
“La lectura de historias tiene muchos beneficios a nivel cognitivo y también emocional. En este caso hemos querido apuntar a esta dimensión, pues escuchar narraciones permite reconocer distintas emociones y también manifestarlas lo que es muy importante para estos niños que han vivido experiencias muy duras”, señaló Ana Lepe, gerente de Administración y Proyectos de Fundación Itaú.