Tres destacados cuentacuentos de la escena nacional narraron historias infantiles para cerca de 130 niños y niñas. La iniciativa forma parte del programa Lee para un niño de la Fundación Itaú, que este año continuó en el formato online producto de la pandemia.
Un pingüino vuela por los aires. Niñas y niños miran absortos y ansiosos frente a una pantalla para saber qué ocurre con el animal. Lo que ven no es un programa de televisión, tampoco una película infantil. Es la historia del libro Arriba y abajo del autor Oliver Jeffers, narrada por el cuentacuentos Nico Toro en el marco de la actividad Un momento para un cuento, iniciativa del programa Lee para un niño de Fundación Itaú, que ya cuenta con una serie audiovisual de 30 cuentos disponibles en el canal de YouTube de la Fundación.
Y para celebrar el Mes del Libro, las lecturas se realizaron a través de Zoom en tres sesiones, donde niñas y niños, entre los dos y siete años de edad, escucharon desde sus casas las historias que contaron destacados cuentacuentos de la escena nacional: María Alegría Cuentacuentos, Fran Martínez y Nicolás Toro.
La primera sesión fue el pasado miércoles 14 de abril y estuvo a cargo de María Alegría Cuentacuentos que narró el cuento Extraños amigos bajo la mesa, de la escritora chilena María José Ferrada. La semana siguiente, fue el turno de Fran Martínez quien partió preguntándole a la audiencia: “¿Saben por qué hoy contamos cuentacuentos? Porque estamos en abril el Mes del Libro y se celebran dos cumpleaños muy importantes. El 2 de abril es el Día del Libro Infantil y nació Hans Christian Andersen, en Dinamarca. Él fue el primer hombre que escribió cuentos para niños, como El soldadito de plomo y La Sirenita. Y el 23 de abril, Día Internacional del Libro, se homenajea a Miguel de Cervantes, quien escribió Don Quijote de la Mancha”, dijo.
Posteriormente la cuentacuentos relató tres historias, todas con un hilo en común: cuentos que hablan sobre la importancia de los libros. ¡Es un libro! de Lane Smith, Un libro no es solo un libro, escrito por Jeanne Willis y El club de lectura de conejito, de Annie Silvestroa, fueron los títulos escogidos por Francisca Martínez. En cada lectura la narradora sonrió, abrió los ojos y acentuó la voz. Luego hizo pausas para que los niños y niñas presentes en la sesión levantaran los pulgares y movieran las manos a modo de participación.
Nicolás Toro fue el encargado de cerrar el ciclo de relatos. “Les voy a pedir que en casa abran los brazos y repitan conmigo: estos cuentos no son al azar y las historias van a comenzar”, dijo al inicio de la sesión y luego procedió a narrar la historia de El valiente Juan sin diente, escrito por Nicolás Schuff y Paula Fernández. Pero no fue todo, el cuentacuentos también leyó Ese fastidioso Dragón de Julie Sykes y Arriba y abajo de Oliver Jeffers. Los niños y niñas movieron los brazos y la cabeza alegremente desde sus casas, mientras disfrutaban las caracterizaciones de Nicolás Toro.
No solo los niños valoraron Un momento para un cuento. Las educadoras de los establecimientos educacionales, que forman parte del programa Lee para un niño, también destacaron la iniciativa. Fue el caso de Angélica Frías quien trabaja en el Jardín Infantil Mis Primeros Pasos que está en Estación Central. “Vemos lo importante que es para nuestra comunidad educativa que hagan este tipo de acompañamiento con actividades lúdicas y de disfrute. Agradecemos a la Fundación Itaú y a los voluntarios que con el corazón entregan sus habilidades”, dijo.
Por su parte, Francisca Salinas, profesora en el Colegio San Pedro Pudahuel, también resaltó el apoyo del ciclo de lecturas Un momento para un cuento en la educación de los menores: “Este programa ayuda enormemente. Ellos están en un proceso de lectoescritura y lo que hace es reforzar lo que ya estamos viendo en el colegio. Aparte les entrega mucha alegría y participación dentro de cada cuentacuentos”.