Esta vez, los voluntarios del programa de fomento de la lectura en la primera infancia, Lee para un Niño, compartieron con un segundo grupo de 47 niños del jardín infantil Mis Primeros Pasos perteneciente a la red de establecimientos de la JUNJI.
Hasta Estación Central llegó un entusiasta grupo de voluntarios que leyeron para los niños y niñas de este centro educativo, que hace muy poco se sumó a los establecimientos educacionales que participan en las actividades de Lee para un Niño. Hace un mes los cuentacuentos de Itaú ya habían visitado el centro, para compartir con un primer grupo de niños, y esta visita completó el total de niños que recibe este jardín infantil.
La directora del establecimiento, Denice Bascur, agradeció la iniciativa y el regreso de los voluntarios que hizo posible que todos los niños y niñas tuvieran la posibilidad de participar en la actividad. “Nos ayuda en la gestión de los procesos educativos, porque tenemos el plan nacional de lectura que aplicamos a diario, y si bien los niños ya tienen un acercamiento al libro, lo que ustedes hacen es una novedad para ellos, porque es otro tipo de pedagogía mucho más personalizada. Aporta desde una dimensión diferente y muy valorable”, destacó.
En tanto Urzula Belmar, ejecutiva de Contact Center, nuevamente disfrutó “a concho” la visita. “Fue una excelente decisión inscribirme en este voluntariado, porque cada vez que participo me voy con esa sensación rica de haber estado con estos niños tan cariñosos, que te llenan el corazón. Siento que aportamos con un incentivo que no siempre está, porque es fácil que los niños se entretengan con la televisión o el celular y el cuento se va perdiendo, y nosotros lo rescatamos y estamos haciendo algo tan importante como fomentar la imaginación de los niños».
«Me voy más feliz de lo normal, me encanta estar con ellos y sentirlos disfrutando al lado tuyo se siente tan bien. Espero con las ganas que llegue pronto el nuevo calendario de actividades, con la esperanza de que viene otra oportunidad más llenadora que la anterior”, agregó.
Para Grace Gallardo, se trata de una experiencia muy especial. “Soy educadora de profesión y siempre he querido estar cerca de los niños, enterarme de que la Fundación tenía este trabajo fue lo más maravilloso, así que opté por participar. Es hermoso poder compartir mi vocación, con mis labores que son completamente diferentes, es un complemento perfecto. Cuando salgo a estas actividades dejo todas mis preocupaciones, porque es un momento de tranquilidad donde puedo compartir y recargarme de energía con los niños”.
Desde la mirada académica, Grace agrega que “la lectura y el lenguaje son fundamentales para el desarrollo de los niños, sobre todo en esta etapa previa al inicio del primer ciclo de enseñanza básica. Que ellos participen en actividades como estas, cumple con parte de los objetivos de los programas educativos, entonces es un apoyo muy grande el que está prestando la Fundación para la educación de los niños y un apoyo para muchas educadoras”.
Por su parte, Diego Gómez, ejecutivo de Contact Center, comentó que siempre tuvo la intención de hacer un voluntariado y en Itaú encontró esa posibilidad a través de la Fundación. “Me interesa trabajar con niños porque creo que ellos son las raíces de todo, con ellos hay que partir inculcando hábitos como la lectura que son importantes porque transmiten valores. Por eso siento que el pequeño granito de arena que aportamos sí tiene un sentido, lo que hacemos acá harto suma harto. A mí me cantaban y me leían cuando era chico y creo que eso se debe retomar porque es importante en la formación de los niños”.
En lo que va de este segundo semestre, Lee para un Niño ha realizado nueve acciones de mediación lectora en distintos jardines infantiles y escuelas. En ellas han participado 45 voluntarios, compartiendo con 358 niños. Durante 2019 son 17 las actividades en las que 112 voluntarios de Itaú han leído a 772 niños y niñas de entre tres y siete años de edad. Esto ha significado la donación de 339 horas de trabajo con la comunidad y 741 libros que son entregados a los niños que participan en las mediaciones lectoras.