En el marco de un nuevo desafío que se asoma en materia de apoyo a la educación Técnico Profesional, colaboradores de Itaú que el año pasado se desempeñaron como tutores de Experiencia Empresa, comparten su testimonio de voluntariado.
“Apoyar a las nuevas generaciones con los conocimientos que tengo y viendo que ellos son el futuro de nuestro país, qué mejor que guiarlos para que puedan desarrollar sus habilidades técnicas y aprender a relacionarse en otros ámbitos fuera del liceo”.
Con esas palabras Erick Miranda, especialista en Recursos Humanos de Itaú, define su participación como tutor de Experiencia Empresa 2018, ocasión en la que recibió durante dos semanas a un alumno del colegio Don Enrique Alvear de la comuna de Cerro Navia.
Nathalie Tapia, asistente de Servicio al Cliente de Itaú en Valparaíso, guio la pre-práctica profesional de una estudiante del colegio Matilde Brandau de Ross, y para ella fue una experiencia que la remitió a su propio pasado.
“Me motiva participar porque cuando comencé mi etapa laboral, también hubo personas que me ayudaron a insertarme en el trabajo. Y así como yo recibí apoyo, siento que ahora es el momento de devolver la mano”, destaca.
Experiencia Empresa es un programa de inducción al trabajo que busca acercar a estudiantes de III medio de educación Técnico Profesionales a la realidad y desafíos del mundo laboral. Ofrece a los alumnos de especialidades de Administración y Contabilidad, la posibilidad de hacer su pre-práctica profesional de dos semanas de duración en Itaú, guiados por un colaborador del banco que en forma voluntaria cumple el rol de tutor, instancia en la que también ellos aprenden.
Para Jimmy Delgado, líder proyecto Mantenimiento Correctivo de Itaú, que compartió con dos alumnos, “participar en Experiencia Empresa vale la pena. Uno aprende mucho y los chicos también. Creo que siempre es bueno estar participando en este tipo de iniciativas que nos dan la oportunidad de aportar en el desarrollo de estos jóvenes”.
“Es un complemento para nosotros como colaboradores y como personas. No solo para salir de lo que estamos insertos y poder conocer y aprender de otras experiencias de vida. Me deja harta emoción por el cariño que se va creando por una persona que después se va a ir, y también por esa hambre por enseñar, de sentir que puedes ser un aporte”, comenta Krystel Simpson, ejecutiva de cuentas Banca Personas de la sucursal Rosario Norte de Itaú.
Los tutores opinan
Una vez finalizada Experiencia Empresa 2018, la evaluación que los tutores hicieron del programa reflejó que el 83,6% de ellos considera que el programa contribuye a potenciar sus habilidades sociales y a desarrollar otras nuevas. En relación a sus habilidades de liderazgo, el 75% considera que gracias al programa éstas mejoraron, mientras que un 71,4% percibió una mejoría en sus capacidades para trabajar en equipo y colaborativamente.
En términos del aporte al desarrollo interno de la organización, el 87% de los colaboradores, está de acuerdo con que participar en Experiencia Empresa aumenta el compromiso del trabajador con el banco.
Existe una mirada positiva sobre el impacto que tiene el programa en los alumnos, así como su pertinencia en el aporte a su educación. Un 71,4% está de acuerdo con que el alumno desempeñó tareas relacionadas a su área de estudio, y el 94% cree que los alumnos adquieren conocimientos que le permitirán un mejor desempeño en el mundo laboral. En cuanto al rol de la empresa como un actor relevante en la interacción con la comunidad, el 93% de los tutores considera que Experiencia Empresa permite visibilizar el compromiso de la compañía con temas país.
Respecto al compromiso de los voluntarios con el programa, un 92% indicó que participaría nuevamente como tutor.