Nada desanimó a los voluntarios de Lee para un Niño, que con la energía a tope llegaron al jardín infantil Entre Cerros de Huechuraba para compartir una tarde de lectura con los más pequeñitos.
El frío y la lluvia que marcaron el 24 de abril, no fueron excusa para quedarse abajo de la van y partir rumbo al jardín infantil Entre Cerros, ubicado en la población La Pincoya, comuna de Huechuraba, para convertir un día nublado en una tarde llena de risas y entretención.
Así es que un grupo de voluntarios del programa de fomento lector “Lee para un Niño”, llegó hasta el establecimiento que pertenece a la Fundación Integra, en donde 28 pequeños de los niveles sala cuna a medio mayor, esperaban el turno para que los cuentacuentos llegaran hasta sus salas de clases a compartir la magia de los libros.
¡Voluntarios a toda prueba!
“Lo pasé topísimo, volví a ser niña otra vez”. Con esas palabras Verónica Uribarri, gerente General de Itaú Inversiones Servicios y Administración S.A., definió su primera tarde como voluntaria de lectura de Lee para un Niño. “Estuve con una niñita que cuando llegué combatía con el sueño y después no quería que terminara el cuento. Me lo contaba ella a mí una y otra vez. Luego fui a la sala cuna y terminé leyendo de guata en el suelo. Fue una experiencia buenísima”.
René Arce, voluntario de Itaú Chile Compañía de Seguros de Vida S.A., compartió su experiencia señalando que “En mi caso estuve con Cristobal y Yanahira, dos pequeños muy especiales a los que por distintas razones no les leí un cuento en la forma tradicional, más bien lo conversamos, lo exploramos desde las imágenes y los personajes. Fue una bonita experiencia porque en los dos casos el libro fue un punto de unión con los niños. Me siento feliz porque el objetivo se cumplió”.
Por su parte, Ema Soto, de la gerencia de Recursos Humanos de Itaú, destacó que “la experiencia fue maravillosa. Conectarte con los niños y ver en sus ojitos la inocencia es algo que te deja llenito el corazón de alegría. Poder ver y disfrutar con ellos de un cuento y a través de las letras ir viendo sus reacciones es una muy linda experiencia. Quedé maravillada con la posibilidad que a través de la Fundación se abre para poder servir a los demás”.
Para Lorena Aguayo, analista de la subgerencia Compliance & AML, se trata de una iniciativa enriquecedora. “Me encantó el contacto con los niños, ver la realidad en que se encuentran y darles un poquito de alegría lo encontré mágico. Estuve en el medio mayor con Fernanda, un encanto de niña que me siguió todo el rato en la lectura y cantó conmigo “Yo tenía 10 perritos”, tuvimos una buena conexión. Fui también con la guagüitas y sentir que son un mundo entero y ponen atención a tus palabras es algo maravilloso”.
Finalmente, Berta Ramírez, directora del jardín Entre Cerros, señaló que “siempre es grato recibir a miembros de la comunidad que puedan aportarnos con experiencias novedosas y entretenidas para los niños. Ellos siempre se alegran con actividades en las que se ven involucrados y encantados, como esta en la que además se llevan un libro no solo para ellos, sin que también para sus familias. Eso es un tesoro que agradecemos mucho”.