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Programa Lee para un Niño: la magia de compartir historias

27 de marzo de 2018

Narraciones fantásticas y emocionantes marcan la infancia de generaciones completas, que han encontrado en la lectura ese mágico espacio que abre las puertas a mundos desconocidos y experiencias increíbles.

La lectura permite ampliar el universo de las personas y es por eso que Fundación Itaú, lanzó hace unos días la convocatoria para participar en el programa de voluntariado corporativo Lee para un Niño, que se desarrollará por primera vez luego de una exitosa experiencia piloto realizada en 2017.

Lee para un Niñoes un programa de fomento lector cuyo objetivo es contribuir al desarrollo integral de cerca de 1.500 niños de entre 3 a 7 años, a través del compromiso de los colaboradores del banco y sus filiales para ser parte de una red de voluntarios que realizarán actividades de mediación de lectura y convivencia en torno a la magia de los libros.

“La lectura es fundamental para el desarrollo cognitivo y emocional de los niños, por eso queremos que en Itaú todos tengamos la oportunidad de compartir esa magia con niños que se encuentran en situación de vulnerabilidad”, comentó Isabel De Gregorio, gerente de Asuntos Corporativos y Sustentabilidad de Itaú.

El programa cuenta con dos convocatorias en el año. La primera culmina miércoles 4 de abril, con el cierre de las inscripciones de los primeros 60 voluntarios, que serán capacitados en técnicas de fomento lector por profesionales de la Fundación Había una Vez, entidad dedicada a la promoción del libro y la lectura.

Luego, cada uno de los grupos de voluntarios podrá elegir entre las instituciones y jardines infantiles de la Región Metropolitana inscritos en el programa y organizar de manera autónoma las seis visitas proyectadas para este año.

Lee para un Niño es un programa transformador que se ha desarrollado con mucho éxito en otros países de la región, porque trasciende la acción de leer un cuento, se trata de acompañar una experiencia que puede cambiar la vida de un niño y también la del voluntario, porque le otorga un sentido distinto a la convivencia social.