Una nueva generación de 53 voluntarios de este programa que fomenta la lectura en la primera infancia, participó en una jornada de capacitación en técnicas de mediación lectora.
Un entusiasmo a toda prueba fue el que se vivió en la jornada de capacitación que convocó a cerca de 50 colaboradores de Itaú de la Región Metropolitana, que forman parte de la nueva generación de voluntarios de Lee para un Niño, programa orientado a niños y niñas de entre tres y siete años de edad que se encuentran en situación de vulnerabilidad.
Los 53 voluntarios inscritos en 2019, se suman a los 67 que el año pasado realizaron acciones de mediación lectora que beneficiaron a 949 niños de distintas comunas de las regiones Metropolitana y Valparaíso, donando 528 horas de trabajo con la comunidad
La jornada comenzó con la presentación del programa y la dinámica con que se desarrollan las actividades en los distintos centros y jardines infantiles, lo que estuvo a cargo de Ana Lepe, gerente de Administración y Proyectos, y Paloma Acevedo, gestora de Proyectos, de Fundación Itaú Chile, que implementa el programa.
Luego, Isabel De Gregorio y Daniel Bastías, voluntarios que ya han realizado acciones de mediación lectora, compartieron sus experiencias con la audiencia. “Es una experiencia muy emocionante, porque vamos a lugares en donde nos encontramos con realidades precarias que reflejan las diferencias que subsisten en el país. Por eso creo que tiene tanto valor entregar algo de nosotros, sin esperar nada a cambio. En lo personal, siento que recibo mucho, especialmente el cariño y alegría de los niños y el agradecimiento de los profesores”, comentó Isabel De Gregorio, gerente de Asuntos Corporativos y Sustentabilidad de banco Itaú.
Por su parte, Daniel Bastías, ingeniero de procesos junior de la gerencia de Transformación de Procesos del banco, destacó que “este voluntariado es una experiencia súper nutritiva para todos, para los niños principalmente, pero también para nosotros que vamos creciendo con cada acción. Cada niño que uno visita es un desafío, cada niño es distinto, con una historia diferente y a través de los libros podemos llegar a ellos y generar vínculos que se fortalecen cuando volvemos”.
Más tarde, los voluntarios conocieron técnicas de mediación lectora, que les permitirán desempeñarse de mejor forma como mediadores de lectura. La capacitación estuvo a cargo de Francisca Martínez, Educadora Diferencial con mención en trastornos de audición y lenguaje, de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación; magister en Comprensión Lectora y Producción de Textos de la Universidad Andrés Bello y Master en Literatura Infantil de la Universidad Santiago de Compostela, España.
Al cierre, Marcelo Contreras, nuevo voluntario del área de Delivery y Medios de Pago, comentó que su cercanía y gusto por los libros lo motivó a inscribirse. “Me interesa seguir propagando esta semilla que es energía pura y recíproca, porque entregamos algo y recibimos mucho. Ahora solo queda ir al infinito y más allá”.