Acceder a una educación de calidad es una de las variables más importantes para asegurar un desarrollo integral de la personas, proyectándolas hacia un mejor futuro personal y profesional.
En Chile existe coincidencia en que la Educación Media Técnico Profesional (EMTP) es uno de los principales desafíos a abordar, considerando que aproximadamente el 50% de la matrícula nacional (de tercero y cuarto medio) sigue esta modalidad de estudio y que además, está compuesta en más de un 90% por estudiantes de los primeros tres quintiles.
Para aportar a esta necesidad país, Fundación Itaú realizó en 2017 una nueva versión de su programa Experiencia Empresa, iniciativa que busca entregar a los alumnos de tercer año de establecimientos que imparten EMTP un espacio de acercamiento al mundo laboral.
En el caso de Itaú 49 colaboradores voluntarios recibieron a estudiantes, guiándolos en su experiencia de aprendizaje, como tutores. La experiencia que los jóvenes viven durante las dos semanas de trabajo, así como la de sus tutores, se refleja en los testimonios que ellos comparten.
“Aprendí sobre responsabilidad, vocabulario formal, vestimenta y la personalidad. Porque si no hubiera aplicado esto seguiría faltando el respeto a las personas”. (Estudiante de Administración, colegio Don Enrique Alvear).
“Haré la PSU me voy a inscribir a un instituto y trabajar para tratar de pagar mis estudios”.
(Estudiante de Administración, colegio Don Enrique Alvear).
“Fue algo significativo ya que tuve la oportunidad de conocer el área laboral, pude obtener mayores conocimientos de la especialidad. Como que para mí es bueno, ya que encuentro que se aprende más en terreno que en una sala de clases”. (Estudiante colegio Padre Pedro Arrupe).
“El aprendizaje principalmente fortalece mucho el tema de las habilidades blandas, el tema de cómo los chiquillos tienen que enfrentar ese valor de la responsabilidad, del respeto, de seguir instrucciones, de desarrollar templanza” (Directora Alfredo Nazar).
“Fueron experiencias reales, no simuladas en el aula, tuvieron que tomar muchas decisiones, en este caso cuando viajaban si se perdían o algo, formaban redes que uno no considera” (Director Ema Espinoza, 2017).
“A nosotros nos impactó en nuestras prácticas, porque tenemos la retroalimentación de la empresa, qué es lo que requiere la empresa, porque nosotros formamos, pero cuando llegan al mundo laboral nuestros estudiantes se dan cuenta que muchas veces es muy distinto lo que nosotros formamos a lo que requieren” (Docente Enrique Alvear, 2017).
“Es una buena oportunidad de hacer algo bueno, para otros y para uno, y se genera una cadena. Uno no se imagina cómo esto es una ola que va generando solo cosas buenas” (Colaboradora tutora Itaú).