En el marco del programa Leamos Juntos, este año se implementó la iniciativa “Lee y construye”, actividad en la que los voluntarios de la Fundación Itaú instalan huertos en espacios libres de los establecimientos educacionales, potenciando el aprendizaje y toma de consciencia de los niños en torno al cuidado y respeto del medio ambiente.
Con afán de innovar y motivar a los pequeños, el equipo de Fundación Itaú ideó la actividad denominada Lee y construye, instancia en la que se instalan bancales en espacios propuestos por los jardines infantiles inscritos en el programa Lee para un niño, incorporando a los niños y niñas en una experiencia novedosa que fomenta el interés y el amor por la naturaleza, ya que son ellos quienes que ayudan con el cultivo y cuidado de flores y hortalizas.
Lee y construye se enmarca en la causa medioambiental que el holding Itaú promueve en toda Latinoamérica y que apunta a contribuir al ODS 15.3 de la agenda de la ONU que plantea como meta para 2030, luchar contra la desertificación, rehabilitar las tierras y los suelos degradados, incluidas las tierras afectadas por la desertificación, la sequía y las inundaciones, y procurar lograr un mundo con una degradación neutra del suelo.
.
Tener una huerta es una acción concreta que las personas pueden hacer para si y para la comunidad y el planeta en su conjunto. “Nuestro propósito es que los niños y niñas se conviertan en pequeños agricultores urbanos, cultivando sus propios vegetales y esparciendo la semilla de la responsabilidad que nos cabe a todos como promotores de un futuro sustentable”, destaca Cecilia Soto, gestora de proyectos de Fundación Itaú.
La dinámica de Lee y construye comienza con el envío el día anterior a cada actividad, del “Kit huertero”, que incluye sustrato, almácigos, plantines, semillas, guantes, regadera, palitas y un instructivo que explica en palabras simples cómo funciona y cómo se trabaja la huerta.
Al día siguiente, llegan los voluntarios que con mucho entusiasmo ubican todo perfectamente y dejan todo preparado para que los chicos rieguen las plantitas y escuchen atentamente las explicaciones sobre los principales cuidados, por ejemplo: que las lechugas o los rabanitos que ellos comen… crecen y salen de la tierra, por lo que es muy importante cuidar la naturaleza, ya que ésta tiene mucho que ofrecer.
¡Pero esto no termina acá!, pues luego de dejar lista la hermosa huerta, todos se van a la zona de lectura y comienza la imaginación, la música y las risas, porque los incansables voluntarios se la juegan leyendo cuentos e imitando voces y cánticos graciosos. Los niños cierran su jornada diaria felices y nuestros voluntarios se despiden con el corazón latiendo fuerte…emocionados.
Como apoyo educativo, los jardines infantiles reciben de parte de Fundación Itaú ejemplares del libro “Huerta, cosecha lo que siembras” de Mónica Martín y La Chacra, editado por Amanuta.