El jardín infantil Los Lagos, fue el primero en recibir la visita de los voluntarios del programa Lee para un Niño, que Fundación Itaú desarrolla desde abril del año pasado. En el establecimiento educacional, que pertenece a la Fundación Cerro Navia Joven, un grupo de 58 niños esperaban ansiosos a los cuentacuentos de Itaú.
Durante la jornada, los voluntarios de Lee para un Niño compartieron con pequeños de medio menor y medio mayor, cuyas edades fluctúan entre los tres y los cinco años, lo que para Jéssica Huerta, analista de Riesgo Minorista de Itaú, sigue siendo toda una revelación: “siempre quise hacer voluntariado y en cada acción del “Lee” me he sentido muy contenta. Los niños están esperándonos y es tan gratificante compartir con ellos. Esta es la segunda vez que vengo al jardín Los Lagos y se nota que los niños están entretenidos escuchándonos. Nos vamos contentos porque verlos de nuevo es especial. Me siento muy agradecida de participar en la Fundación».
Por su parte, Alejandro García, AVP – International Financial Institutions del banco, señaló que «instancias como Lee para un Niño nos dan la oportunidad para aportar con un grano de arena a nuestra sociedad, es regalarle a los niños momentos que van a atesorar, como así también nosotros. Se da una dinámica muy cómoda y agradable, son minutos únicos. Llegamos como una sorpresa para ellos y nos recibieron con mucha alegría, haciéndonos olvidar la rutina».
Jardín La Araucaria
También junio marcó el regreso al jardín infantil La Araucaria, en la comuna de Huechuraba. “Volvemos porque nos interesa enriquecer el vínculo afectivo de los niños con los adultos que los rodean. Leerles desde el cariño y la dedicación, les permite relacionar la lectura con un momento placentero, lo que es crucial para su desarrollo cognitivo y emocional”, destacó Ana Lepe, gerente de Administración y Proyectos de Itaú.
Para Gabriela Velasco, ejecutiva de cuentas de la sucursal Apoquindo, que por segunda vez participa en una acción de mediación lectora, la actividad fue mágica. “Leerle a los niños me encanta porque es entregar amor con un poco de carisma. Los niños son súper felices y ver una sonrisa en sus caritas me produce mucha emoción. Es una gran satisfacción para mí”.
“Es tercera vez que vengo a las actividades de Lee para un Niño y siempre es una experiencia súper rica compartir un tiempo con los niños. Leerles un cuento y ver sus caritas sonrientes es un regalo. Estas son las dos horas mejor invertidas del mes y se agradece un montón que la Fundación y el Banco propicie estas actividades y nos den la oportunidad de aportar con un granito de arena para hacer una mejor sociedad. Los invito a que se sumen”, opina Gustavo Serrano, asociado tributario de la gerencia de Planificación Tributaria de Itaú.
Por su parte, Carolina Tapia, educadora del nivel medio menor del jardín resaltó que “esta iniciativa me parece fantástica porque acerca a los niños a la lectura y aporta a nuestra malla curricular. Sabemos que esto beneficia mucho a los niños, porque además de vivir la experiencia, reciben un libro que ocupan en la casa y que también traen al jardín. Eso es una gran señal, y entonces nosotras los vamos relatando con ellos y así van adquiriendo un mayor dominio de la lectura y el lenguaje”.