La operación perfecta: niños felices + voluntarios comprometidos = energía transformadora

Entre el 5 y 12 de mayo voluntarios de Santiago y por primera vez de Valparaíso, participaron en la Acción Voluntaria Global, que en sintonía con una de las causas Itaú se enfocó en el desarrollo educativo a través del programa Lee para un Niño.

Gracias al compromiso y entusiasmo de los 31 colaboradores participantes, llegamos a 114 niños de entre dos y 12 años de edad, en situación de vulnerabilidad, compartiendo con ellos en tres jornadas de mediación lectora.

En Santiago se visitaron los jardines infantiles Talinay, de La Reina, y La Araucaria, en Huechuraba, ambos pertenecientes a la Junta Nacional de Jardines Infantiles. En Valparaíso, los voluntarios acudieron a la Ludoteca Minga Merced, una casa club ubicada en uno de los sectores más vulnerables del puerto.

“La actividad me encantó. He participado en otros voluntariados pero no compartiendo con niños. Me gustó la forma tan lúdica y el acercamiento con ellos fue muy lindo, muy significativo para ellos y para nosotros”, destacó María Angélica González, agente de la sucursal Valparaíso Intendencia.

Para Devin Díaz, de Inversiones del Contac Center, la experiencia fue única: “ser voluntario es lo máximo. Compartir con niños es una energía diferente, porque cuando uno crece empieza a ver la vida de manera diferente y olvida que las cosas simples son las que de verdad valen la pena”.

Al cierre, Fundación Itaú entregó a las directoras de los tres establecimientos un total de 110 libros, algunos de ellos donados por colaboradores de Itaú gracias a una campaña liderada por la gerencia de Asuntos Públicos y Sustentabilidad del  banco.