En un escenario mundial en el que la mayoría de las escuelas de todo el mundo están cerradas y debemos quedarnos en casa para cuidarnos entre todos, este Día Mundial del Libro representa un desafío para que a través de la lectura podamos combatir el aislamiento y estrechar los vínculos entre las personas.
En medio de la pandemia mundial por el COVID-19, la invitación es a tomarse el tiempo para leer solo o con los niños, disfrutando de un momento de tranquilidad y celebrando la importancia de la lectura. Este Día Mundial del Libro debe ser la mejor instancia para acercarnos a pesar de la distancia física, fomentando el placer de la lectura y el crecimiento de los niños y niñas como lectores, promoviendo el amor a la literatura.
Se trata de rendir un homenaje universal a los libros y también retribuir la invaluable contribución de los autores, que, con su sensibilidad, imaginación, creatividad y talento, han develado a través de sus historias las fantasías, emociones, miedos, sueños que reflejan el alma de la humanidad.
A través de la lectura todos disfrutamos de la magia de las historias y si las compartimos con otros, especialmente con los niños y niñas, estaremos contribuyendo a establecer un vínculo que va más allá de la sola lectura de un texto. Un libro es una hermosa oportunidad para ampliar el universo del niño, desarrollando capacidades como el lenguaje, la memoria, la abstracción e imaginación. Es una posibilidad para compartir y acompañarlos en un viaje que les permite descubrir emociones, construir sus historias, conocer otras realidades y valorar las diferencias, otorgándole sentido a las experiencias que viven cada día.
La lectura es una de las herramientas esenciales para que las personas construyan su conocimiento y ejerzan la ciudadanía, ya que así amplían su comprensión del mundo, su capacidad para expresarse, lo que les permite ejercitar la fantasía y estimular el debate y el intercambio de ideas. Y por eso es tan importante que acerquemos a niños y niñas a la lectura desde la más tierna infancia. Si leemos con ellos tendrán mejores y mayores posibilidades de desarrollarse de manera integral, dándole sentido a las experiencias que viven cada día.
Su historia
En su Conferencia General celebrada en París en 1995, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO, estableció el 23 de abril como el Día Mundial del Libro. La fecha es simbólica para la literatura mundial ya que ese día en 1616 fallecieron Miguel de Cervantes, William Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega.
El Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor es un homenaje a los libros y a los autores y fomenta el acceso a la lectura para el mayor número posible de personas. Para la UNESCO, el libro trasciende las fronteras físicas y representa una de las invenciones más bellas para compartir ideas, promover la alfabetización, el aprendizaje y el libre acceso a los contenidos científicos y los recursos educativos.