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Conoce algunas técnicas para fomentar la lectura en los niños

28 de marzo de 2019

La lectura es un acto de amor a través del cual se establecen vínculos entre los niños y los adultos, lazos que contribuyen a fortalecer el desarrollo cognitivo y emocional de niños y niñas. Si vas a leerle a un niño, revisa estos consejos que guiarán la preparación de la lectura.

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Antes de la lectura

  • Leer el libro previamente y practicarlo para usar el tono adecuado.
  • Estudiar el ritmo del texto, los momentos en que se debe leer más rápido (suspenso, acción, por ejemplo) o más lento (emoción, tristeza, profundidad de los contenidos).
  • Identificar las palabras difíciles de entender y buscar sus significados para tener respuestas a las consultas de los niños.
  • Estudiar los momentos en que se puede detener la lectura para formular preguntas abiertas.
  • Identificar posibles temas o preguntas que puedan formularse al finalizar la lectura.

Durante la lectura 

Escoger un lugar confortable y con buena luz. Disponer al grupo de niños en semicírculos, para alcanzar con la mirada a todos los participantes.

Esperar el momento adecuado, velando por la comodidad, motiva­ción, concentración y el silencio.

Presentar el título, el autor y el ilustrador.

Leer con expresividad para mantener la atención, cambiando el tono para representar la intención, los sentimientos y la actitud de los personajes.

Mantener contacto visual con los niños, para transmitirles asombro, miedo, alegría.

Articular claramente, leer de manera fluida, para evitar tropiezos.

Leer lentamente para dar tiempo a los oyentes se formen imá­genes mentales de lo escuchado. Cuando la historia lo requiera, aumentar el ritmo de la lectura.

Si se lee a un solo niño, pedirle que dé vuelta las páginas, y si el niño ya sabe leer, invitarlo a que lea para ti.

Al final de la lectura, dar algunos segundos de silencio para que los niños saboreen las emociones experimentadas.

 

Después de la lectura: la conversación

 

Esperar sus reacciones y preguntas. Si no se presentan, hacer preguntas abier­tas relacionando algunos temas del relato con sus vivencias personales.

No hacer preguntas formales de comprensión lectora. Tam­poco entregar una interpretación personal del texto.

Indagar con elementos creativos para descubrir las propias interpretaciones de los niños.

Cuando el niño responda, repetir sus ideas y ampliarlas. Así entenderá cómo se articulan las frases, ampliará su vocabulario y entenderá que sus ideas tienen eco.

Escuchar y responder sus preguntas. Si hay algo que no se sabe, admitirlo y buscar información para entregar una respuesta.