Hoy se abrieron las inscripciones para los colaboradores de Itaú de las regiones Metropolitana y de Valparaíso, que desean participar como tutores en el programa de pre-prácticas profesionales que Fundación Itaú realiza con el propósito de entregar a estudiantes de educación técnico profesional instancias de aprendizaje fuera del aula que sean significativas para su desarrollo futuro.
En octubre se realizará una nueva versión de Experiencia Empresa, programa educativo de inducción al mundo del trabajo, cuyo objetivo es anticipar y acercar a estudiantes de los colegios Padre Pedro Arrupe, de Quilicura; Don Enrique Alvear, ubicado en Cerro Navia y Mariano Latorre, de la Pintana, a la realidad y desafíos del mundo laboral.
Durante dos semanas los alumnos se desempeñan con todos los derechos y deberes de un trabajador contratado, desarrollando habilidades socio-laborales que serán clave para su futuro cuando egresen de cuarto medio. En este camino, los tutores juegan un rol fundamental ya que no solo guían en forma personalizada el aprendizaje, sino que también fortalecen otras esferas como la confianza en sí mismos, la capacidad de adaptación a nuevas situaciones y desafíos, y la tolerancia a la frustración, que son muy relevantes en el desarrollo integral de los alumnos.
Ana Lepe
“Con Experiencia Empresa queremos transmitir el conocimiento y la experiencia de los colaboradores de Itaú, ofreciendo a estudiantes secundarios que estén cursando la especialidad de Administración o Contabilidad en centros de educación técnico profesional, la posibilidad de realizar su pre-práctica profesional en Itaú,”, destaca Ana Lepe, gerente de Administración y Proyectos de Fundación Itaú.
El aprendizaje fuera del aula
Realizar una pre-práctica profesional en III medio tiene una serie efectos para los estudiantes y también para los docentes. Permite a los alumnos conocer un ambiente laboral. Cuando los estudiantes realizan su pre-práctica, aprenden sobre cómo funcionan las instituciones, evalúan los climas laborales y se proyectan en empleos diferentes a los que conocían.
Paola Díaz
Por otra parte, se produce la valoración de los propios conocimientos. Los tutores solicitan constantemente a los estudiantes que participen en reuniones de equipos de trabajo y expresen sus pensamientos. Uno de los mayores aprendizajes de los estudiantes es que su voz sí es escuchada, y que pueden ser un aporte a la institución. Además, se dan cuenta que los contenidos estudiados en la escuela si son aplicables “al mundo real”, lo que aumenta significativamente su motivación al aprendizaje.
Para el profesorado, la retroalimentación de los alumnos acerca de la experiencia vivida es muy relevante. Como la pre-práctica profesional se realiza en tercero medio, las escuelas tienen un año completo para incluir las observaciones de los estudiantes en sus procesos formativos. La información que entregan los estudiantes permite a los docentes reorganizar sus mallas curriculares y poner énfasis en determinados contenidos.