La importancia de la lectura en los niños y jóvenes radica en sus beneficios a la hora de estudiar y adquirir conocimientos y también en la generación de un vínculo entre los niños y los adultos.
Desde 1967 la Organización Internacional para el Libro Juvenil, celebra el Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil, con el objetivo de fomentar la lectura entre los más jóvenes. La fecha coincide con el nacimiento del escritor danés Hans Christian Andersen, ícono de la literatura infantil y autor de historias tan célebres como El patito feo, El soldadito de plomo, El traje nuevo del emperador, La Sirenita, entre otros cuentos que siguen presentes en la memoria de distintas generaciones.
El acercamiento de la lectura en la primera infancia es crucial para promover el desarrollo cognitivo y emocional de los niños. Es por ello que Fundación Itaú implementó el año pasado el programa de fomento lector “Lee para un Niño”, que opera a través del voluntariado corporativo, a través del cual colaboradores de Banco Itaú, asisten a distintos centros y jardines infantiles a leerle a niños de entre tres y siete años de edad que se encuentran en situación de vulnerabilidad.
Crecer con los libros
Destinar parte de nuestro tiempo para compartir la magia de los libros con los niños, leyéndoles y contándoles historias, les ayuda en múltiples sentidos. La lectura permite enriquecer la relación adulto-niño, familiarizando al niño con los textos, lo que amplía su universo porque conocen el mundo, se descubren a sí mismos y comienzan a dominar el entorno real.
Además, es un medio que a través de la fantasía y la realidad, favorece el desarrollo de las capacidades mentales del niño, como la memoria, el lenguaje, la capacidad de abstracción y la imaginación.
Con esa mirada, Lee para un Niño es una invitación a establecer un vínculo que va más allá de la sola lectura de un texto, es una posibilidad para compartir y acompañarlos en un viaje que les permite descubrir emociones, construir sus historias, conocer otras realidades y valorar las diferencias, otorgándole sentido a las experiencias que viven.
Durante 2018 se realizaron acciones de mediación lectora a las que asistieron 176 voluntarios, lo que permitió impactar a 949 niños y niñas de 14 centros de acogida y jardines infantiles de Santiago y Valparaíso. Esto significó que Itaú donó 528 horas de voluntariado, apoyando las causas del banco y de la Fundación Itaú.